THE SMASHING PUMPKINS - 2018: Posible retorno a la formación original.
Ahora que parece posible que The Smashing Pumpkins puede recuperar su formación original para sus directos de 2018, recordaremos precisamente algunas sensaciones de la considerada por la mayoría (incluido el que aquí escribe), mejor y más gloriosa etapa suya; durante la primera mitad de los años 90. Esperemos que el año que viene puedan recuperar la frescura e inspiración de aquel verdor musical de antaño y también puedan lanzar nuevo disco con sus miembros del principio.
Algunas jornadas planean lentas y rápidas a la vez. Igual ocurre con la música de los propios Pumpkins, ya que gotearon 8.000 días ( más de cuatro lustros, nada menos) desde que empezó su a emitirse su “Tristeza Infinita” es decir su más exitoso disco Mellon Collie and the Infinite Sadness(1995).
The Smashing Pumpkins - 1979
Cuando mantuvieron la máxima tensión grupal, Billy Corgan, James Iha, Jimmy Chamberlin y la virtuosa bajista D’arcy Wretzky, fueron capaces de ser maquinales leones incontrolados para, inesperadamente, metamorfosearse en unos querubines agazapados en la cueva.
Y es que todo su solemne transformismo rock lo ejecutaban en impactantes canciones de esta obra como, por ejemplo, Thru The Eyes Of Ruby, Here Is No Why, An Ode To No One, Bullet With Butterfly Wings o Porcelina Of The Vast Oceans. En consecuencia, la banda de Chicago conglomeraba, a la perfección, el más crudo arrecife con la nana más psicotrópica, elevando así unos tiranos colmillos oníricos, de muchas millas de largo, que podían narcotizarte de la manera más agradablemente inexplicable.
The Smashing Pumpkins- Thru The Eyes Of Ruby
Efectivamente, el lícitamente ampuloso Corgan, con ese lastimoso pero inimitable modo de cantar, siempre condujo a sus lugartenientes hacia trayectos de mezcolanza sónica entre el cristal y el terremoto. Cualitativamente románticos o demoledores, según conviniese, se mostraron en su tercera apuesta, la cual es la más representativa de todo lo expuesto anteriormente. Y es que es entre 1991 y 1995 cuando creció la cosecha más inspirada de “Las Calabazas Aplastantes” y este tercer LP, solo es parangonable en su faraonismo musical a The Wall de Pink Floyd o al más coetáneo Use Your Ilussion de Guns And Roses. Dicho de otro modo, con Gish (1991) y Siamese Dream (1993) como plataformas de prueba y motores impulsores, los versátiles Pumpkins (una de las mejores bandas de aquella década noventera) emprendieron una odisea, aún mayor, hasta conocer personalmente a Mellon Collie y a su Tristeza infinita…
The Smashing Pumpkins - Today
Escrito por Txus Iglesias para Musiketing Magazine